Boleto a la eternidad

Juan Carlos Abarca

por Círculo y Punto | Ene 10, 2024 | Círculo y Punto

En Boleto a la eternidad y otros cuentos, primera obra narrativa de Juan Carlos Abarca, encontraremos relatos sinceros y comprometidos que no nacieron para estar al servicio del ego del autor, sino que son el fruto de una imaginación deliberada y una mirada perspicaz que sabe que la esencia de la humanidad se esconde en las situaciones cotidianas: en el amor apasionado de una jovencita de campo, en el impulso de la traición de un hombre sin honor, en la mujer que se levanta y encara el espejo antes de enfrentarse al mundo, en los terribles secretos familiares que salen a la luz una tarde de tragos o hasta en una mejenga de pueblo.

Y es que la voz narrativa de Juan Carlos es entretenida y sagaz, pues en ella la narrativa juega, encanta y entretiene mientras nos sumerge en los conflictos humanos más desoladores, para luego ser rescatados por precisas redenciones poéticas. Tanto así, que hasta la muerte se trasmuta bajo su pluma y se nos muestra como un personaje más en este espacio llamado literatura, en donde, parafraseando a Dylan Thomas, su poder no tendrá dominio.

Steven Cubillo

Sobre el autor

Es fotógrafo, productor audiovisual, músico, escritor, corrector gramatical y profesor de escritura creativa. Nació y creció en un pueblito al sur de la capital. Un pedazo de tierra que se amarra a las faldas de un cerro coronado por una piedra enorme en la que vivía una hermosa bruja. Le debe a su madre el hechizo de haber aprendido a leer antes de ir a la escuela. Fue fotógrafo a bordo de una línea de cruceros, época cuando perdió una novela que cargaba consigo a donde fuera. Pero su guitarra, fiel compañera en aquel periplo desordenado y loco, le ayudó a sobrepasar el duelo. Un día, cansado de navegar, decidió quedarse a vivir en una isla del Caribe, donde encontró una nueva afición: el teatro. Escribió un par de obras que se llevaron a las tablas y con ellas alcanzó cierto éxito: limitado, pero sabroso. Nuevamente el destino lo puso a caminar. Salió de la Isla del Encanto y volvió a la Suiza Centroamericana justo a tiempo para despedir a su viejita. Establecido en el terruño y sin nada más que hacer, se encargó de desempolvar sus intensiones de llevar al papel lo que guardaba en el corazón.
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